Todo comienza con el piso.
Septiembre es sinónimo de buscar alquiler en Madrid aunque bien es cierto que para los estudiantes rusos esto puede convertirse en una tarea difícil en cualquier periodo del año. Cualquiera que viene a estudiar a España puede encontrarse con dificultades por muchos que tengan a su disposición todas las páginas de búsqueda memorizadas en el ordenador.
¿Cuántos de nosotros no pulsamos F5 para actualizar cada diez segundos, esperando que un milagro en forma de piso aparezca? Pocos, desde luego que no.
Los meses de septiembre y octubre son los que más altos tienen el índice del alquiler de pisos o habitaciones en Madrid o cualquier otro lugar de España. Es la época en la que los precios suben, bajan o se mantienen. Por lo menos esto es lo que se dice y se comenta y lo que la experiencia propia me ha proporcionado.
Todo se convierte en una tarea puntiaguda: exigencias desorbitadas, descoordinación de las inmobiliarias, una oferta excesiva y una cautelosa demanda. Y si a esto se suman los factores personales de cada uno de los estudiantes como la falta de tiempo, la situación laboral por la que están pasando alguno de ellos, la odisea para alquilar pisos adquiere aún más protagonismo.
En todo este juego de palabras muchos no pueden patearse las calles porque vienen muy de lejos, otros tantos buscan en los portales inmobiliarios pero lo que encuentran son ofertas muy antiguas, con fotos que pueden resultar engañosas.
En el camino para lograr un piso decente si hay algo que juega un papel determinante es el tiempo.
Vera es de nacionalidad rusa. Tiene 33 años y es originaria de Moscú. Hace aproximadamente 2 años llegó a España en busca de un futuro mejor y para ampliar sus conocimientos en cuanto al idioma se refiere y no tanto. Aquí, en Madrid Vera ha participado en un programa relacionado con aspectos jurídicos al mismo tiempo que ha estudiado un Máster en la Universidad Europea de Madrid.
Cuando llegó a España ella no ha encontrado grandes dificultades a la hora de alquilar un piso en Madrid. En este sentido dice que se siente una afortunada ya que los amigos que tenía aquí la han ayudado mucho. En su búsqueda Vera ha podido patear las calles de Madrid, mirar anuncios ya que, al llegar a España estos la hospedaron en su casa. No ha tenido que estar buscando en los portales inmobiliarios pero sí llamar a varios números de teléfonos hasta lograr una habitación decente.
En cambio, la situación de Oleg es totalmente diferente a la de Vera. El no ha tenido la misma suerte. Debido al hecho de no tener contactos en España ha tenido que “buscarse la vida” por sí mismo, sin ningún tipo de ayuda a la hora de alquilar un piso. Oleg navegó durante varios días por los portales de alquiler, buscando en páginas de agencias algo donde pueda vivir.
Al llegar a Madrid se vio obligado de hospedarse durante varios días en un hostal y en este mismo sentido el tiempo ha jugado un papel fundamental en su búsqueda. Tras varios días de intenso trabajo al final logró una habitación en Moncloa, nada del otro mundo. Con el paso del tiempo se ha visto obligado de cambiarse de sitio ya que la vivienda no estaba en las mejores condiciones. Actualmente vive cerca de Callao y dice que está más contento.
La vida después del enigma del alquiler.
El número de estudiantes rusoparlantes en los colegios y las universidades de España aumentó en los últimos años considerablemente. No es un hecho sorprendente que a los estudios en España acuden estudiantes españoles pero también los de nacionalidad rusa. Los que poseen un título obtenido en una universidad española probablemente tengan muchas más posibilidades de encontrar trabajo casi en cualquier país del mundo. En algunos colegios e institutos de España el porcentaje de estudiantes rusos alcanza aproximadamente un 10-13%, un grado bastante elevado teniendo en cuenta que este crecimiento se dio en los últimos años.
¿Pero, qué es aquello que les atrae a nuestros compatriotas para estudiar aquí? ¿Hay algo más además del precio accesible de los estudios?
Según las estadísticas la mayor parte de los rusos que llegan a estudiar en España lo hacen por un periodo largo de tiempo, que ronda entorno a 8-9 meses, en algunos casos alcanzando años. La razón principal de este fenómeno se da no solamente por la duración de los programas de estudios que ofertan las universidades españolas sino también por el hecho de que, al residir en el país más de 3 años con un permiso de residencia estudiantil, pueden obtener una tarjeta de residencia ordinaria.
¿Puede considerarse esto como un hecho novedoso?
Algunos de nuestros estudiantes no ocultan que eligen España porque en el futuro quieren quedarse a vivir o a trabajar aquí. Es muy lógico, puesto que el precio de los estudios es bastante accesible y se convierte en la clave para obtener la residencia.
Así es el caso de Anastasia, alumna de la Universidad Europea de Madrid. Originaría de Moscú, lleva medio año en España. Lo que sí destaca de España es la gente y las costumbres de los españoles y, a pesar de llevar tan poco tiempo aquí lo que sí no descarta es quedarse a vivir en el territorio español ya que cree que ha muchas más posibilidades para un futuro mejor.
A los alumnos que estudian aquí se les pueden clasificar por los siguientes grupos de edades:
–niños y adolescentes menores de 16 años-normalmente son los hijos de inmigrantes que viven constantemente en el territorio español o los hijos de los que han comprado una vivienda aquí.
–los jóvenes con edades comprendidas entre 17 y 19 años– la mayor parte son los estudiantes de las escuelas de idiomas o los cursos, que tienen previsto ingresar en una Universidad española en el futuro.
–los jóvenes mayores de 20 años– habitualmente son los que ya estudian en las universidades.
¿Qué es lo que más les gustan a los estudiantes rusos en España?
Es curioso que el número de aquellos jóvenes que al principio pensaban volver a Rusia una vez acabados los estudios crece considerablemente ya que cambian de opinión una vez están aquí. ¿Pero cuál es la causa probable de este fenómeno?
Una parte de ellos destaca que les atrae la tranquilidad y la vida predilecta de España.
Sofia fue alumna del Máster Universitario de Periodismo Multimedia Profesional de la promoción 2011-2012. Lleva más de tres años viviendo en Madrid y a pesar de que tiene periodos de tiempo en los que se encuentra sin trabajo, para ella España es como su país de adopción.
Otros en cambio llegan más allá afirmando que en las ciudades grandes no encuentran dificultades para aparcar y que tampoco hay atasco. Destacan el buen sistema de infraestructuras existente en España y el calor humano de la gente. Se sienten acogidos y sin sentir esa lucha despiadada constante, característica de las metrópolis rusas.
En el ámbito legislativo en España “se puede vivir a paso llano, atendiendo tus asuntos propios y sin andar con pies de plomo”.
¿Qué dificultades encuentran los estudiantes rusos a la hora de aprender el idioma?
Una de las razones por las que los rusos tienen predilección por España es la poca dificultad que encuentran a la hora de aprender el español. La pronunciación no es complicada y las construcciones gramaticales se aprenden bastante rápido y a corto plazo. El mayor problema que pueda darse recae en los verbos, la conjugación y la gran cantidad de sinónimos que tiene el español.
En este mismo sentido los profesores subrayan que a estas dificultades se unen los artículos y no es este un hecho sorprendente, ya que el ruso carece de ello.
Pero, con esfuerzo y dedicación los estudiantes rusos logran aprender el castellano en un periodo de tiempo breve, no sobrepasando los 3-4 meses. Una vez que dominan el castellano los alumnos pueden mirar hacia el futuro, buscar los beneficios y las perspectivas que ofrecen las universidades españolas.
Cristina estudia aquí en España The Master of Internacional Business Law. Recomienda a todos los estudiantes rusos visitar Madrid ya que sería una experiencia única que enriquecerá a todos. La encanta España y afirma que es muy feliz aquí.